4 de marzo de 2010

Defensa o ataque: Pelayo vs. Curro vs. Rubén García

El pasado domingo tuvimos la oportunidad de ver en acción a una pareja de mediocentros distinta de la habitual. La tónica a lo largo de la temporada es que estos puestos los ocupen Curro y Rubén García, a excepción de los partidos en los que alguno de ellos estuviese sancionado o lesionado, como en esta ocasión lo estaba Curro.

Lo visto a lo largo de la temporada demuestra que la pareja Rubén-Curro posee una creación de juego excepcional, combinando a la perfección el juego en corto con los desplazamientos en largo, especialmente los del extremeño. El principal inconveniente es que ninguno de los dos es un centrocampista defensivo puro. Roban muchos balones, provocan muchas pérdidas por parte del rival, pero aún así en las facetas defensivas no son especialistas.

Es en el rol de centrocampista defensivo donde Pelayo se ha hecho con un hueco dentro de la plantilla, desbancando a Mario Prieto como principal alternativa a los dos jugadores que más minutos gozan en la demarcación. Las ventajas de Pelayo son su poderío físico y sus cualidades en defensa, en especial en los balones aéreos. En contra tiene que con el balón controlado no puede hacer sombra a las cualidades de Curro o Rubén.

Teniendo en cuenta las diferencias entre unos jugadores y otros, el entrenador debería optar por un sistema u otro en función del rival y del campo, y no sólo en los momentos en las que las lesiones o sanciones provocan cambios obligados. Además utilizando diferentes alternativas se podría dar descanso a jugadores que lo necesiten en algún momento de la temporada.

Existen tres combinaciones posibles con estos jugadores. En primer lugar mencionar la más utilizada a lo largo de la temporada, formada por Curro y Rubén García. En cuanto al toque de balón no hay nada que objetar a estos dos jugadores, ya que saben en todo momento del partido como hay que jugar. En su contra tienen el sufrimiento en los balones aéreos y en la mayor parte de las facetas defensivas. De estos aspectos defensivos, uno de los más perjudiciales es la pérdida del sitio en ciertos lances del juego, lo que provoca una superioridad del rival en algún espacio del campo.

Las otras dos posibilidades, Pelayo con Curro o con Rubén García suprime en una buena medida las carencias defensivas, pero provoca un cierto problema a la hora de sacar el balón jugado, ya que donde antes eran dos, ahora sólo un jugador tiene las suficientes cualidades para hacerlo eficazmente. También es importante la llegada que suele tener Pelayo al área rival, ya que en muchas ocasiones se incorpora al ataque con mucho sentido provocando situaciones de cierto peligro.

Las alternativas están sobre la mesa. El rival y el campo deberían decir cual es la más idónea, ya que en campos con mucho juego directo cualquiera de las opciones con Pelayo podría ser válida, pero en campos amplios, como el Tartiere, y con mucho juego de toque, una pareja Rubén Curro podría ser la más conveniente. Esa decisión debe tomarla el entrenador, en función de si es necesario más aspecto defensivo o atacante.

2 comentarios:

  1. Yo es que...lo siento, no puedo con Curro, es superior a mis fuerzas, te hace un partidazo...y luego desaparece diez. Para mi es una rémora para el equipo, alguien que va a su puta bola, que lleva toda la temporada intentando el puñetero gol olímpico...que todo lo quiere hacer él...sin importante el EQUIPO.
    Para mi la pareja en el centro del campo está clara: Pelayo y Rubén.
    Un saludo.

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  2. @Soyazul
    Muchos piensan como tú en lo de Curro. Yo creo que tiene cosas que otros jugadores no tienen, en especial es desplazamiento en largo del balón, pero si que a veces es demasiado individual y perjudica al equipo.
    Lo del gol olímpico creo que viene de serie, ya que el año pasado también lo intentaba.

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