Es fácil caer en la euforia cuando los resultados y la buena suerte acompañan al equipo durante varias jornadas. Podría considerarse la suerte del campeón como dicen algunos expertos, pero ya se ha demostrado que no era así.
Pero lo preocupante no es tener o no la suerte de cara, si no que lo realmente trascendente son las formas del equipo. Se podría decir que es como una moneda, tiene una cara y una cruz.
La cara, la parte buena, es lo vivido hasta el momento en el Tartiere, fortín inexpugnable por ahora,y la afición volcada en todos los partidos, llevando a más de 8000 personas en muchas ocasiones, lo que supone más del 50% de los socios del club. Estas dos pautas ayudan a ver buen juego en algunos momentos en el terreno de juego, lo que invita al optimismo.
Pero toda moneda tiene una cruz. Y esa cruz para el Oviedo son los partidos lejos de casa. En sus desplazamientos el equipo azul ofrece siempre su peor versión, aunque el resultado final sea positivo. No es casualidad que los 7 partidos perdidos sean lejos de Oviedo y que de los restantes, otros 3 partidos hayan sido empate.
El bagaje lejos del Tartiere queda de manifiesto que es paupérrimo. Y la pregunta obvia es: ¿qué sucede en los desplazamientos? No existe una respuesta clara a esta cuestión, pero si que se podrían barajar varias teorías, no tan conspiratorias como que las camisetas amarillas dan mala suerte y no se había ganado partido con ellas, y el resultado con las verdes vuelve a ser el mismo.
En primer lugar, los campos tienen unas dimensiones menores al Carlos Tartiere. Puede parecer una respuesta acertada, pero no lo es. Un equipo que quiere luchar por el ascenso, que lucha (o luchaba) por ser líder de grupo, tiene que saber adaptarse a cualquier situación, por lo que queda descartada.
Por otro lado, se podría entender que lejos del Tartiere no hay afición que empuje al equipo en los momentos difíciles. Como ya ha quedado demostrado a lo largo de toda la temporada, esta afirmación es totalmente incorrecta, ya que en cualquier campo de la geografía española donde juegue el Real Oviedo habrá aficionados azules.
Otra alternativa posible mira hacia el entrenador. Es una teoría bastante plausible, ya que en función del rival y del terreno de juego se debería utilizar una disposición táctica u otra. Podría ser la causa del problema, ya que Pichi suele utilizar los mismos jugadores en todos los partidos, pero no es realmente la causa.
La verdadera causa que provoca una pesadilla lejos del estadio azul es la falta de actitud de los jugadores. Saltar al terreno de juego y querer jugar sólo con la camiseta no es válido ni en esta ni en ninguna categoría del fútbol ni de cualquier otro deporte. Para ganar un partido hay que correr y meter un gol más que el rival.
Muchos puntos se han perdido por falta de actitud, empezando por el partido del domingo y pasando por muchos otros como el del Vecindario, que ganando por dos goles a falta de 4 minutos el resultado final acabo siendo un empate.
Y lo realmente preocupante no es que se haya acabado la racha de buena suerte, es que con esta falta de compromiso lejos del Tartiere, con vistas al play-off, puede que nos llevemos algún susto.
Pero lo preocupante no es tener o no la suerte de cara, si no que lo realmente trascendente son las formas del equipo. Se podría decir que es como una moneda, tiene una cara y una cruz.
La cara, la parte buena, es lo vivido hasta el momento en el Tartiere, fortín inexpugnable por ahora,y la afición volcada en todos los partidos, llevando a más de 8000 personas en muchas ocasiones, lo que supone más del 50% de los socios del club. Estas dos pautas ayudan a ver buen juego en algunos momentos en el terreno de juego, lo que invita al optimismo.
Pero toda moneda tiene una cruz. Y esa cruz para el Oviedo son los partidos lejos de casa. En sus desplazamientos el equipo azul ofrece siempre su peor versión, aunque el resultado final sea positivo. No es casualidad que los 7 partidos perdidos sean lejos de Oviedo y que de los restantes, otros 3 partidos hayan sido empate.
El bagaje lejos del Tartiere queda de manifiesto que es paupérrimo. Y la pregunta obvia es: ¿qué sucede en los desplazamientos? No existe una respuesta clara a esta cuestión, pero si que se podrían barajar varias teorías, no tan conspiratorias como que las camisetas amarillas dan mala suerte y no se había ganado partido con ellas, y el resultado con las verdes vuelve a ser el mismo.
En primer lugar, los campos tienen unas dimensiones menores al Carlos Tartiere. Puede parecer una respuesta acertada, pero no lo es. Un equipo que quiere luchar por el ascenso, que lucha (o luchaba) por ser líder de grupo, tiene que saber adaptarse a cualquier situación, por lo que queda descartada.
Por otro lado, se podría entender que lejos del Tartiere no hay afición que empuje al equipo en los momentos difíciles. Como ya ha quedado demostrado a lo largo de toda la temporada, esta afirmación es totalmente incorrecta, ya que en cualquier campo de la geografía española donde juegue el Real Oviedo habrá aficionados azules.
Otra alternativa posible mira hacia el entrenador. Es una teoría bastante plausible, ya que en función del rival y del terreno de juego se debería utilizar una disposición táctica u otra. Podría ser la causa del problema, ya que Pichi suele utilizar los mismos jugadores en todos los partidos, pero no es realmente la causa.
La verdadera causa que provoca una pesadilla lejos del estadio azul es la falta de actitud de los jugadores. Saltar al terreno de juego y querer jugar sólo con la camiseta no es válido ni en esta ni en ninguna categoría del fútbol ni de cualquier otro deporte. Para ganar un partido hay que correr y meter un gol más que el rival.
Muchos puntos se han perdido por falta de actitud, empezando por el partido del domingo y pasando por muchos otros como el del Vecindario, que ganando por dos goles a falta de 4 minutos el resultado final acabo siendo un empate.
Y lo realmente preocupante no es que se haya acabado la racha de buena suerte, es que con esta falta de compromiso lejos del Tartiere, con vistas al play-off, puede que nos llevemos algún susto.
El fútbol es un juego al que se juega con el cerebroJohan Cruyff
yo sinceramente creo que perdemos porque somos flojisimos defensivamente en todas las lineas. no solo el centro del campo, ademas la defensa es floja, barral le costo acoplarse, ruben y hedrera no tienen nivel, gonzalo lesiones y jorge siendo el mejor en mi opinion, tiene fallos importantes.
ResponderEliminaren casa vencemos pq los equipos salen a perder por los menos goles posibles y cuando se dan cuenta que puden rascar suele ser tarde.
ahora bien, apesar de todo esto y de no tener un juego brillante, en los play off todo sera diferente, no soy optimista pero tampoco negaivo, habra que jugar y disputar a tope, la presion tb la tendras los rivales, y nossotros si atinamos arriba podemos pelear por todo.
saludos
La pesima actitud fuera solo se explica porque no sienten a la afición exigiendo y animando sin parar y se relajan, y en 2ªB no se puede relajar uno nunca. Y un tema muy importante es que en campos mas pequeños donde hay que luchar nuestra pareja de mediocentros no esta a la altura y ademas estan fisicamente agotados. Para mi en el Tartiere jugarian Curro y Ruben pero fuera conbinaria uno de estos 2 con Pelayo, el equipo rotaria y no estarian tan fundidos los mediocentros.
ResponderEliminartheboss69 estando muy deacuerdo contigo, yo creo que no bajan los brazos pq no tengan la aficion con ellos, jugadores experimentados hemos fichado y sumandole los que ya estaban aqui y sienten la camiseta.. dudo que luchen o disputen menos un balon por no estar nosotros encima.
ResponderEliminarcreo que la plantilla es muy tecnica, demasiado y en esta categoria deberiamos tener mas musculo y brega..
saludos
@isra
ResponderEliminarLo de que somos flojos defensivamente es por no poner lo que hay que poner y por no estar concentrado cuando hay que estarlo. No pueden meter dos goles en un mismo partido de saque de banda, eso no es ser flojos, es no estar centrado.
Además, las líneas podrían mejorarse para ser más defensivas, pero el entrenador considera que deben de jugar los mismos todos los partidos y no es así. Pelayo en los partidos lejos del Tartiere debería jugar, como pone theboss69.
@theboss69
No creo que sea un problema de afición, en eso estoy con isra, ya que en todos los campos hay aficionados azules apoyando al equipo. Si un jugador para ganar tiene que tener a 8000 gargantas detrás de él, no creo que sea un gran jugador. En mi opinión.
Un saludo a los dos
Tenemos mejores jugadores para segunda que para segunda B. Quiero decir, tenemos jugadores muy técnico y pocos peleones y luchadores. En la categoría en la que estamos no se gana teniendo clase, clase la tenían Guti, Kaka y compañia y un segunda b como el Alcorcón les metió cuatro. En segunda B impera más el otro fútbol.
ResponderEliminarSe me olvida, claro que es falta de actitud fuera de casa, hay que correr más a por los balones, algo que nunca entenderé, y no solo le pasa al Real Oviedo, sino a la mayoría de los equipos, hay una jugada en la que el balón llega al portero rival, el delantero no llegó, pues bien, lo primero que hace el delantero es al ver que no va a llegar parar de correr, o si lo sigue haciendo es andando, el portero "listo" controla el balón pero ni lo despeja ni lo recoje, lo que hace que el delantero que ya estaba viniéndose a su campo tenga que volver a intentar presionar, una perdida de tiempo que pasa partido tras partido, y nadie se da cuenta, en el caso del Oviedo nos pasa aún más veces de lo normal. Aixxx...
ResponderEliminarPerdón porque no me he explicado bien, quería decir que creo que la presion de tener mas de 8000 personas animando hace que no bajen los brazos, pero tambien hay que decir que si a los nuestros les da alas, al rival le entra un poco de canguelo. Con esto quiero decir que el estado de animo de la plantilla esta muy relacionado con la grada, ahi estan partidos como el Conquense o el Atletico B, esos partidos se ganaron por el contagio de la afición al equipo, fuera no se hubieran ganado. Una cosa esta clara, hay que aprender a que si no se puede ganar, tampoco se puede perder. ejemplo el Alcorcon, Firmo empatar en playof todos los partidos de fuera y jugarnosla en casa.
ResponderEliminar@theboss69
ResponderEliminarEso que dices es cierto, pero no puede ser que si no tienes a 8000 personas detrás bajes los brazos, más cuando vas ganando y te dejas remontar un partido tan sumamente fácil...
yo quizas prefiera jugar primero en casa, pq de visitantes podriamos sufrir en exceso, sin embargo jugando en casa creo que si podemos ganar a cualquiera, la vuelta nos vendria mejor teniendo espacios para salir a la contra, si tenemos que llevar el peso del partido...
ResponderEliminarjoer que ganas ya
Ufff... ya estamos pensando en si jugar primero en casa o primero fuera. Pensemso en el partido contra el Alcalá, partido a partido. No cometamos los errores de otros...
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